El miedo es enemigo de las oportunidades. Si se estudia la historia evolutiva del ser humano es notable que sin la capacidad de tener miedo los primitivos no hubieran podido salir victoriosos a las situaciones de peligro recurrentes a las que estaban expuestos.

Pero, casi sin darnos cuenta, podemos ser propensos a vivir bajo la guía de este sentimiento que, con el tiempo, puede interferir en cada paso que damos.

¿Qué es el miedo?

El miedo es una emoción que se activa en el cerebro, mayormente, cuando estamos ante una situación potencialmente peligrosa. Esto mismo bloquea tu habilidad de poder estudiar la situación con detenimiento y hace que te enfoques en una sola cosa: sobrevivir.

¿Es necesario experimentar miedo? Sí, ya que es una alarma que puede prevenir un hecho peligroso pausando las funciones no esenciales del cuerpo (pensar con racionalidad, digestión) y enviarlas a las partes con las que te puedes proteger (músculos corporales) que se traduce en estimular reflejos automáticos.

¿Es prudente dejarse guiar por el miedo en todas las circunstancias de la vida? No, esto puede ser fuertemente contraproducente ya que te estanca en pensamientos negativos llevándote a desarrollar fobias difíciles de superar.

Cómo el miedo te puede hacer desperdiciar una oportunidad

Según los expertos, la causa más común por la que una persona suele retraerse ante las oportunidades es la creación de escenarios en su mente donde recrea las “consecuencias” que pueden sufrir si las toman. Dichos escenarios mayormente están ligados a:

• Miedo al fracaso:

al igual que con muchas otras cosas de la vida cotidiana (proyectos, ofertas laborales, planes a futuro), si las personas no ven en una oportunidad el éxito prácticamente asegurado es muy probable que las ignoren. 

•  Miedo a comentarios externos:

actualmente la opinión pública es un arma muy poderosa; puede abrir caminos pero también cerrarlos casi inmediatamente. Preocupaciones como: “¿Pensarán que soy engreído? ¿Qué dirá de mí cuándo no esté presente? ¿Y si no les gusta lo que hago?” son frecuentes.

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• Manejo del éxito:

entendiendo que las oportunidades son para alcanzar un nuevo nivel en un área en específico y que eso puede llevar a alguien a tener éxito, las personas empiezan a cuestionarse la cantidad de responsabilidad que van a tener que asumir y su habilidad para poder mantenerla bajo control.

Una variante de esto es que las personas temen que esa misma condición de éxito pueda afectar sus personalidades; cómo hacerlos más susceptibles al estrés o provocar arrogancia y cómo esto puede afectar las relaciones con las personas que conforman su círculo social.

• Sentir que es inmerecido:

de todas, esta es la que más capta la atención de los profesionales, ya que muchos individuos no se atreven a tomar una oportunidad, es porque se convencen a sí mismos de que no lo merecen. 

Estos tipos de pensamientos hacen que las personas caigan en un círculo vicioso donde empezarán a sobrepensar todas las cosas con las que, según su razonamiento, tengan que lidiar si deciden asumir una oportunidad.

Consejos para aprender a controlar el miedo

• Identificar el miedo: no se puede combatir algo que no se  conoce. Muchas veces podemos sentir algo, pero no sabemos de dónde viene ni que lo dispara.

Es importante que seas capaz de reconocer el miedo que te frena a tomar acciones, lo analices, estudies que tan fuerte es y busques que, en vez de que te paralice, funcione como un impulso.

También es importante que llegues a la raíz, para que puedas darte cuenta si fue a causa de algún suceso traumático y acudir a un profesional para tratarlo en caso de que sea necesario.

• No lo reprimas: distraer a tu mente del miedo lo único que logra es prolongar todos sus efectos. Debes buscar una manera de ganar confianza en ti mismo y enfrentarlo directamente.

• Basa tus planes a futuro en situaciones reales: Anticiparse ante las fallas que puedan surgir durante la ejecución de un proyecto no está mal, pero investiga cuáles serían los escenarios reales, usa el pensamiento lógico para que tus planificaciones tengan bases que se ajusten a tu realidad y no en posibilidades ficticias provocadas por el miedo.

• Busca ayuda: en la gran mayoría de los casos, cuando una persona está pasando por una superación, en este caso del miedo, lo hace acompañado de otra para poder sentir respaldo.